Opinión: Caos comercial y recesión mundial, el nuevo orden de Trump

El 2 de abril llegó “El Día de la Liberación” y el presidente estadounidense Donald Trump pronunció un discurso en el Jardín de las Rosas de la Casa Blanca, en el que anunció aranceles recíprocos a 185 países. De entrada cobrará un arancel general del 10% a las importaciones estadounidenses y tasas más altas para los países que registran un mayor superávit comercial con Estados Unidos; por ejemplo, 20% para la Unión Europea, 34% para China (lo que implica un total de 54%, al considerar el 10% + 10% que ya se les había impuesto), 32% para Taiwán y 46% para Vietnam. Trump también confirmó la imposición de gravámenes del 25% a los automóviles y autopartes fabricados en el extranjero.

La buena noticia es que hubo algunas excepciones, de manera que ni a Canadá ni a México le fueron impuestos aranceles «recíprocos». Aunque si están sujetos a aranceles del 25% los automóviles, acero y aluminio, el resto de productos y que cumplan con las reglas de origen del T-MEC no estarán sujetos a ningún arancel.
Es decir, los aranceles recíprocos adoptados por EE.UU. reconocen al T-MEC como referente de la relación trilateral. Es el único tratado de libre comercio que se beneficia de la excepción de aranceles recíprocos para los bienes que cumplen con las reglas de origen.
A. Bienes que cumplen regla de origen del TMEC
Se mantiene el acceso preferencial (cero arancel) para las exportaciones mexicanas a EE.UU., excepto por las violaciones al TMEC derivadas de los aranceles 232 aplicados a bienes de acero, aluminio autos y autopartes (25%).
B. Bienes que no cumplen regla de origen TMEC
Los aranceles de 25% establecidos en el marco de la IEEPA ante el tráfico de fentanilo y migración continuarán vigentes.
Un beneficio adicional que se menciona en la orden ejecutiva y que podemos lograr es que en el escenario en que el presidente estadounidense exente a México y Canadá de los aranceles IEEPA, ambos países enfrentarán un arancel recíproco de 12%.
Dejando de lado los aranceles 232, inicialmente se mencionaba que alrededor del 38% de las exportaciones de Canadá y el 50% de las de México que entraban a Estados Unidos lo hacían bajo el paraguas del T-MEC, pero desde el 7 de marzo, cuando entró en vigor la disposición de que lo que cumpla reglas del T-MEC no pagaría arancel, este porcentaje se asume que ha aumentado hasta cubrir cerca del 90% de las importaciones originarias de México y del 80% de las canadienses.
Por otra parte, una sorpresa del 2 de abril fue que Rusia también quedó exenta de aranceles recíprocos, pero esto se debe a que de acuerdo con la Secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, las sanciones existentes “impiden cualquier comercio significativo”.

¿Cómo están respondiendo los países?
Los aranceles del 10% entraron en vigor el 5 de abril, seguidos por los aranceles adicionales “recíprocos” el 9 de abril. Este cronograma da a los países la oportunidad de tomar represalias, y muchos han prometido hacerlo imponiendo aranceles igualmente altos a las importaciones de EE.UU. La Unión Europea dijo el jueves 3 que impondría aranceles si las negociaciones con la Casa Blanca no prosperan. China ha anunciado una serie de medidas severas que explico a continuación, mientras que otros países han sido más moderados, como India, que señaló que su respuesta sería “mesurada”, mientras que Australia no tomará represalias en absoluto.
China, el tercer socio comercial más grande de EE.UU., anunció el viernes 4 lo siguiente:
- China impondrá un arancel adicional del 34 % a TODOS los bienes importados originarios de EE.UU., efectivo a partir del 10 de abril.
- China añade a 16 empresas estadounidenses que amenazan la seguridad e intereses nacionales a su lista de control de exportaciones.
- China suspende las calificaciones de importación de 6 empresas estadounidenses.
- China presenta una demanda ante la OMC tras la imposición de “aranceles recíprocos” de EE.UU. a sus socios comerciales.
- China anuncia medidas de control de exportaciones sobre ciertos artículos relacionados con tierras raras.
- China lanza una investigación antidumping sobre importaciones de tubos médicos de tomografía computarizada (CT) desde EE.UU.
- Más contramedidas para salvaguardar sus intereses nacionales.

La apuesta de la administración Trump es que algunos países optarán por negociar, ya sea reduciendo sus propios aranceles o aumentando las inversiones en EE.UU. “Mi consejo para todos los países ahora mismo es: no tomen represalias”, advirtió el Secretario del Tesoro, Scott Bessent, en Fox News. “Si toman represalias, habrá una escalada. Si no lo hacen, este es el punto máximo.” Y al parecer esa expectativa les está funcionando, como en el caso de Vietnam, que anunció el 4 de abril que eliminaría los aranceles que cobra a Estados Unidos, lo que abre la posibilidad de que Estados Unidos le quite el arancel del 46% anunciado apenas dos días antes.
Promesas hechas, promesas cumplidas.
El objetivo público de los aranceles anunciados por Trump es claro, lo que busca el presidente de Estados Unidos es regresar la manufactura a su país. También espera que los ingresos recaudados por los aranceles, del orden de unos 660 mil millones de dólares a año, financien los recortes de impuestos al ISR que se están tramitando en el Congreso.
Resulta claro que Trump está haciendo una apuesta política: que el dolor económico causado a sus ciudadanos y empresas en el corto plazo por los aranceles —inflación de precios e incluso posiblemente una recesión con importante pérdida de empleo— será compensado por beneficios económicos provenientes de recortes fiscales, desregulación y manufactura expandida.
Inclusive se menciona que la probable recesión que esto puede causar en Estados Unidos será benéfica para el combate a la inflación y una eventual baja en las tasas de interés, lo que a su vez ocasionaría ahorros importantes en el costo financiero de su deuda. Trump apuesta a que estos beneficios se materializarán antes de las elecciones de mitad de período en 2026 (Algunos senadores republicanos no están totalmente de acuerdo, como lo demuestra su voto del miércoles 2 por la noche para intentar revocar los aranceles sobre importaciones de Canadá). Si a Trump le sale mal esta jugada, es probable que su partido pague un alto precio en las urnas.

Carnicería financiera
Como era de esperarse, el anuncio de aranceles recíprocos, causó una carnicería financiera el jueves 3 y el viernes 4. De acuerdo con Michael Snyder, incluso antes de que el presidente Trump revelara sus nuevos aranceles, la economía estadounidense se dirigía rápidamente en la dirección equivocada, los despidos se disparaban y los precios de las acciones caían constantemente. Pero ahora es como si se hubieran arrojado enormes cantidades de gasolina al fuego.
Los aranceles de Trump han causado una ola masiva de pánico en Wall Street, que se sumió en una caída de dos días que borró 6.6 billones de dólares en valor del mercado bursátil. En la mañana del 5 de abril, Trump salió a pedirle a los estadounidenses que se mantengan firmes a través de lo que él llamó una revolución económica, prometiendo que “no será fácil, pero el resultado final será histórico”.
Pero un economista de JPMorgan dijo que será difícil evitar una recesión, incluso si Trump reduce sus planes arancelarios en las próximas semanas. Esto debido a que algunas naciones ya han tomado represalias con nuevos aranceles sobre productos estadounidenses.

Recesión inminente
Debemos ser claros, la razón por la cual hay tanto miedo en Estados Unidos es porque los aranceles estadounidenses ahora serán incluso más altos que durante los primeros días de la Gran Depresión. Las agresivas medidas arancelarias de Trump llevarán la tasa arancelaria promedio de EE.UU. del 2.5% en 2024 al 22%, según Fitch. Eso supera la tasa de aranceles de aproximadamente el 20% que Estados Unidos cobró después de la infame Ley de Aranceles Smoot-Hawley de 1930, la cual desató una guerra comercial global que, según los economistas, empeoró la Gran Depresión.
Hay cientos de casos como los de Peter Baum, director de operaciones de Baum Essex, quien advirtió que así “se inicia una depresión global”. Su empresa cuenta con licencias para fabricar productos para marcas como Nautica, Betsey Johnson y Steve Madden. El miércoles 2 le dijo a la cadena de noticias CNBC que los aranceles recíprocos causarían un daño masivo a su empresa por las operaciones que mantiene en diversos países de Asia. “Así es como se inicia una depresión global. Después de 80 años y cinco generaciones, Trump acaba de sacarnos del negocio”, dijo Baum.
Diversos analistas coinciden en que no se ha visto un evento económico de esta magnitud en mucho tiempo. Los analistas de JPMorgan advierten que Estados Unidos está enfrentando “una conmoción macroeconómica sustancial” y que los consumidores estadounidenses deben prepararse para precios significativamente más altos.
JPMorgan señaló que los aranceles aumentarían los impuestos a los estadounidenses en 660 mil millones de dólares al año, el mayor aumento de impuestos en la memoria reciente, por mucho. También hará que los precios se disparen, sumando un 2% al Índice de Precios al Consumidor (actualmente en 2.8%), una medida de la inflación en EE.UU. que ha tenido problemas para regresar a niveles normales en los últimos años. “El impacto en la inflación será sustancial”, dijeron los analistas. “Vemos la implementación total de estas políticas como una conmoción macroeconómica sustancial.”

A medida que esta conmoción económica repercuta en toda la economía estadounidense, una gran cantidad de personas perderán sus empleos. Por supuesto, esto ya está ocurriendo. Según Challenger, Gray & Christmas, los despidos en EE.UU. fueron 205% más altos en marzo de 2025 que en marzo de 2024.
Es así que la economía global ya se estaba desacelerando significativamente y ahora con una disrupción de esta magnitud, crece la amenaza de sumirla en un estado de completo y absoluto caos. Repito, el mundo no ha visto algo así desde la Gran Depresión de los años 30, y eso debería alarmarnos profundamente a todos.
Y lo que resulta peor es que la devastación económica será mayor para los países más pobres. Si bien las principales economías del mundo se verán afectadas, los países más pequeños los que sufran más. Debido a la fórmula de aranceles —que aparentemente implica dividir el déficit comercial de EE.UU. con un país por el monto total de importaciones desde ese país, y luego dividir ese número a la mitad— países como Lesoto, Myanmar y Nauru deben lidiar con nuevos aranceles cercanos al 50%. Sus humildes economías dependen de producir para el gigantesco mercado estadounidense, por lo que estos enormes aumentos serán devastadores.
Sector automotriz
Ahora, profundizando en el tema de los aranceles a los vehículos, Trump reiteró el arancel adicional del 25% a todos los vehículos importados a Estados Unidos, y esto hará que los vehículos importados por Estados Unidos sean mucho más caros de inmediato, pero los impactos de los nuevos gravámenes sobre los inversionistas y la industria automotriz global se desarrollarán durante meses, si no es que años.
Los nuevos aranceles del 25% se aplican a cualquier vehículo que no se ensamble en EE.UU. y se suman al arancel NMF de 2.5%, lo cual, según S&P Global Mobility, representó el 46% de los aproximadamente 16 millones de vehículos vendidos en EE.UU. el año pasado. La Casa Blanca también ha dicho que planea imponer aranceles a algunas autopartes como motores y transmisiones, pero estos entrarán en vigor a más tardar el 3 de mayo.
En el caso de México, nuestro país logró una importante ventaja respecto al resto del mundo. Para los automóviles que califican para preferencia T-MEC. Los importadores podrán presentar documentación al Secretario de Comercio identificando la cantidad de contenido estadounidense en cada modelo importado a EE.UU. El Secretario podrá determinar que las importaciones de dichos automóviles únicamente pagarán el arancel de 25% sobre el valor del contenido NO estadounidense del automóvil. El contenido no estadounidense del automóvil se calculará restando el valor del contenido estadounidense del automóvil a su valor total.

Sin embargo, para los automóviles sin preferencia T-MEC hechos en México el arancel que ahora pagarán para entrar al mercado de Estados Unidos será del 52.5%, que es la cantidad conformada por 2.5% de arancel NMF + 25% de arancel IEEEPA (la sanción por el fentanilo y migración que nos pusieron el 7 de marzo) + 25% (por la sección 232 aplicable a autos). En el caso de las camionetas pickups el arancel que pagarán es del 75%.
Reunión totalmente relajada.
Los nuevos aranceles eclipsaron una cumbre de la OTAN en Bruselas el jueves 3, que se suponía iba a centrarse en reafirmar la alianza militar entre Estados Unidos y sus aliados europeos. A pesar del tono conciliador del Secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, los líderes del otro lado del Atlántico expresaron consternación por los nuevos gravámenes, con la ministra de Relaciones Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, argumentando que la seguridad económica estaba vinculada a la “seguridad en general”.
La idea general es que no importa cual sea la queja desde Europa, es poco probable que Trump dé marcha atrás, dice Nancy Wei, experta en comercio y cadenas de suministro globales del Grupo Eurasia. “Los aranceles recién introducidos bajo la administración del presidente Trump están diseñados para ser un ‘muro arancelario’ duradero alrededor de EE.UU….Es improbable que las negociaciones conduzcan a reducciones arancelarias importantes o a una eliminación total.”
Aunque algunos pensaban que Trump podría retroceder ante la volatilidad del mercado, el presidente de EE.UU. no ha parecido afectado por el caos causado. El jueves 3 dijo a los periodistas que pensaba que “todo va muy bien” y comparó la situación con un paciente que se somete a una cirugía.
“Los mercados van a explotar, las acciones van a explotar, el país va a explotar”, agregó.

Consideraciones finales
La nueva oleada de aranceles impuesta por el presidente Donald Trump ha desatado un caos comercial global, marcando el inicio de una era proteccionista sin precedentes desde la Gran Depresión. Con aranceles de hasta 46% o más para varios países y sectores estratégicos, la economía mundial enfrenta una sacudida macroeconómica que amenaza con provocar una recesión global.
Wall Street ya ha reaccionado con una fuerte caída bursátil, y los consumidores estadounidenses enfrentarán mayor inflación y pérdida de poder adquisitivo. Aunque Trump presenta esto como una «revolución económica», muchos analistas advierten que es más bien una receta para una recesión, agravada por represalias internacionales, tensiones geopolíticas y una probable contracción del comercio global.
En cuanto a México, nuestro país logró una ventaja estratégica fundamental al quedar exento de muchos de los aranceles recíprocos gracias al cumplimiento de las reglas de origen del T-MEC. Esto significa que alrededor del 90% de las exportaciones mexicanas a EE.UU. seguirán entrando sin aranceles, lo que preserva nuestra competitividad frente a otros países.
Sin embargo, el riesgo no está completamente mitigado. En sectores como el automotriz, los autos y camionetas mexicanas que no cumplen las reglas del T-MEC enfrentarán aranceles de hasta 52.5% y 75%, respectivamente, lo que pone en jaque a empresas que dependen de cadenas de suministro complejas y multinacionales.
Además, México sigue vulnerable a factores externos: si la recesión en EE.UU. se materializa, su impacto llegará a México vía menores exportaciones, menor inversión extranjera directa y volatilidad financiera. Debemos estar preparados para lo que viene, no serán fáciles los próximos meses.